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SAG EN ALERTA POR VEGETALES INGRESADOS ILEGALMENTE CON PLAGUICIDAS PROHIBIDOS
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12 meses agoon
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TV O'HigginsEN LO QUE VA CORRIDO DEL AÑO YA SE HAN DECOMISADO EN LA MACROZONA NORTE MÁS DE 950 TONELADAS DE PRODUCTOS VEGETALES INGRESADOS ILEGALMENTE. TODOS ESTOS PRODUCTOS NO LLEGAN A LOS CONSUMIDORES, PORQUE EL SAG DETERMINÓ QUE SEAN DESTRUIDOS, MEDIANTE ENTERRAMIENTO SANITARIO O DISPOSICIÓN EN VERTEDEROS.
En las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá el Sag ha llevado a cabo la interceptación de camiones que transportaban productos hortofrutícolas, ingresados clandestinamente al país en calidad de contrabando. Esta acción se enmarca en la misión de salvaguardar y mejorar la condición fito y zoosanitaria de Chile. “La importancia de esta labor radica en que este tipo de frutas representa un riesgo para la salud de nuestra agricultura, al ser portadoras de plagas perjudiciales como la mosca de la fruta, así como otras plagas no presentes en Chile”, comenta José Guajardo Reyes, director nacional del SAG.
En el monitoreo, se recolectaron 30 muestras, abarcando diversas especies ingresadas ilegalmente como mandarinas, mangos, naranjas, ñame, paltas, papas, papayas, pepino dulce, piña, plátano, sandía, tomate, uva, yuca y granadilla. Todas las muestras fueron analizadas por el Laboratorio GCL Eurofins, autorizado por el SAG.
Fue así como en nueve de las muestras tomadas se encontraron sustancias activas no autorizadas en Chile para el cultivo correspondiente, violando así la normativa del SAG según el artículo 34 del Decreto Ley 3.557. Asimismo, en el monitoreo se identificaron once muestras que excedían los límites máximos de residuos permitidos por la normativa nacional establecida en la Resolución 892/2020 del Ministerio de Salud.
Guajardo señala que: “Los vegetales de ingreso ilegal (contrabando) son una amenaza tremenda, ya que pueden contener plagas que ponen en peligro nuestra agricultura y el medio ambiente, mientras que los residuos de plaguicidas prohibidos por el SAG aumentan el riesgo para la salud de los consumidores. Estos productos ilícitos representan un doble peligro: para nuestra agricultura y para nuestra salud”, señala.